¡A pesar de todo!, busca resignificar el concepto político de fe a través de una serie de trabajos que cuestionan la legitimidad de la memoria, la identidad y la historia. Al poner en contraste dos monumentos históricos distintos en características y ubicación; uno de ellos situado en la Sierra de Pándols en Cataluña, y el otro enclavado en el centro de la Ciudad de México, se reflexiona sobre la creación de dichas obras, los intereses de los grupos e individuos que los realizaron y de los recursos de los que se disponía para sobreponerse a los daños emocionales ocasionados por los conflictos bélicos, mismos que en apariencia quedaban sublimados al erigir esas construcciones como símbolos de recuerdo y conmemoración.

En este proyecto se muestran algunos resultados de una investigación consistente en la que destaca el interés por las geometrías contenidas en las formas arquitectónicas y escultóricas, pero también se señalan las aristas más evidentes de las operaciones ideológicas que representaban, pues al estar mayormente apoyadas por paradigmas y creencias de corte militar, sirvieron como excusas para consumar oscuros episodios de estetización de la violencia, colusión del arte con el poder y de erotización de la fuerza revolucionaria.

En esta primera entrega, Ardanaz centra la mirada en la abundante producción monumental desarrollada en México desde el siglo XIX para homenajear y recordar a los caídos, principalmente Insurgentes y Revolucionarios; retomando así al más grandilocuente de ellos culminado en 1938 para enfrentarlo con un discreto monolito anónimo del mismo año dedicado a la XV Brigada Internacional en Cataluña.
Al estudiar las relaciones/tensiones entre estas dos construcciones el artista ayuda a deducir los motivos de su existencia tras la desaparición de las condiciones intelectuales y morales que los vieron nacer, trasladándolos al momento presente para arrojar sobre ellos nueva luz y significados desde su práctica artística.

 

Gabriel Mestre